Libérate del acné sin sufrir en el intento

Expertos te orientan sobre cómo prevenirlo, tratarlo y desmienten algunos mitos comunes.

  • 10 sep 2015

Redacción. Para tomar distancia de los dichos populares y la publicidad mágica, nada más útil que saber de dónde vienen los barros. Cada poro de la piel, conocida por los expertos como 'unidad pilosebácea', consta de una glándula sebácea y un vello.

Esas glándulas tienen como función producir grasa para lubricar la piel. Algunos procesos hormonales provocan que esas glándulas produzcan grasa en exceso y con una consistencia más densa, por lo que queda atrapada en el poro provocando su inflamación e irritación.

Cuando el poro está obstruido por esa grasa y células de la piel muertas, se produce un punto blanco; si el poro permanece abierto, la capa superior puede oscurecerse y se produce una espinilla.

El poro inflamado y abierto se vuelve un hogar ideal para que las bacterias, en especial la Propionibacterium acnes, entren y se queden ahí para reproducirse. Cuando la bacteria se encuentra totalmente instalada en su nuevo hogar, brota el clásico barrito.

Los poros obstruidos que se abren a un nivel muy profundo de la piel pueden causar nódulos, que son protuberancias o quistes infectados más grandes y dolorosos que los granos.

El tratamiento
Según el número, las zonas y el tipo de lesiones, un dermatólogo puede establecer el tratamiento. En los casos de acné leve (puntos negros o blancos, aunque de manera abundante), puede bastar la limpieza regular con agua y jabón, y la aplicación de un medicamento tópico; para los severos (pústulas o nódulos, incluso pocos), además de medicamentos tópicos, existen los orales, que se encargan de controlar la producción de grasa que secreta la piel.

Cualquiera que sea el caso, lo ideal es no tocar las lesiones y esperar a que el tratamiento haga por si solo su trabajo, eso ayudará a que las lesiones cicatricen más rápido.

Los expertos recomiendan evitar los 'tratamientos' cosmetológicos, que en la limpieza facial tienen como primer paso el exprimir las lesiones.

Intenta controlarlo
Estas medidas pueden ayudarte a controlar la aparición de los granos:
-Lavarse suavemente la cara con las manos, dos veces al día con agua tibia y jabón suave.
-Lavarse el rostro después de hacer ejercicio físico y sudar en abundancia.
-Si usas fijador en aerosol o gel para el cabello, trata de que al aplicarlos no entren en contacto con la cara, ya que pueden obstruir los poros.
-Si tienes el cabello largo, manténlo alejado del rostro y lávalo con frecuencia para reducir la acumulación de aceite.
-Las gorras de béisbol y otros sombreros pueden producir granos a lo largo del cuero cabelludo. Evita su uso si notas que estás empeorando tu acné.

Tips extra:

-Sólo un dermatólogo te dará el tratamiento más adecuado, sobre todo, si hay antecedentes de acné en tu familia.
-No seques tu rostro al salir de la regadera, deja que absorba el agua y se humecte.
-Evita tocar tu cara en el día y jamás pellizques tus imperfecciones.

Fuentes: María Isabel Mendoza, médico egresado de la FES Iztacala y dermatóloga; David Viveros, dermatólogo del Centro Dermatológico Tennyson.