Redacción.
La comunicación es fundamental para que una relación de pareja sea duradera. Es importante fomentarla con respeto y confianza. Hemos seleccionado las cinco situaciones más comunes que una mujer desea confrontar con su novio o esposo.
Expertos brindan sus mejores recomendaciones para que sepas cómo abordar el tema que te preocupa. Toma nota de las sugerencias de Philippe Geffroy, psicoterapeuta y coach; Francis Cautain, psicoterapeuta matrimonial, y Jean-Paul Benglia, escritor especialista en sexo y amor.
1. No he tenido ningún orgasmo
Lo que está en juego:Si de vez en cuando no consigues llegar al orgasmo, es inútil hacérselo saber en cada ocasión. El orgasmo no es la única garantía del placer, por lo que no le hagas tener dudas cuando no es necesario. Pero si te lo pregunta, y justo esa vez no has conseguido llegar al orgasmo... di la verdad; no obstante, eligiendo bien tus palabras para no herirlo con tu respuesta.
El plan:Es mejor hablarlo ‘en caliente’, después de hacer el amor, que dejar pasar el tiempo, ya que eso podría hacerle creer que se trata de un tema tabú, estima Jean-Paul Benglia. Intenta contestar con cierto aire relajado.
2. ¿Por qué no nos casamos?
Lo que hay que evitar: Darle un ultimátum: Debes evitar cualquier estrategia ofensiva, pues no hay que hacer por la fuerza algo que debe ser decidido entre los dos.
El plan: Nunca se debe hablar de temas profundos con voz seria. ¿Por qué no tocar el tema de manera improvisada, como si nada? Una especie de ‘¿y si nos casáramos? De esta manera se lo puede tomar de otra forma, sin sentirse presionado. Y, si no ves ninguna reacción por su parte, ¡puedes sacar el tema otra vez y de manera más seria! Francis Cautain recomienda que insistas cuando te refieras a tu chico el excelente marido o el padre ejemplar que podría llegar a ser: ¡es una forma diplomática de que capte el mensaje!
3. No aguanto a tu mejor amigo
Lo que hay que evitar: Primero, no intentes hacerle ver al amigo que no le aguantas, intenta que hablen entre ellos. Y ni se te ocurra atacar la personalidad de su amigo, ¡nadie te pide que te conviertas en su mejor amiga!
El plan: Conténtate con hablarle de lo que te molesta en esa amistad, en relación con tu vida de pareja. Y para ello, identifica el problema: María, de 34 años, lo que no aguantaba era el exceso de palabrotas delante de sus hijos: “Así que pedí a mi marido que le dijera a su amigo que hiciera un esfuerzo cuando las niñas estaban delante”.
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4. Pero ¡qué tacaño eres!
Lo que hay que evitar: Generalmente, el tacaño es alguien que tienen miedo de perder, y que expresa su inseguridad intentando controlar todos sus gastos. Consecuencia: no intentes hacerle admitir que es un tacaño ni tampoco hacerle lo mismo que te hace a ti: el problema viene de fondo ¡y es más serio de lo que parece!
El plan: Isabel, 41 años, sale con un “tacaño” y ha encontrado el método para hacérselo ver: De manera puntual, le convenzo para ir al cine. El hecho de pasar buenos momentos juntos gastando un poco de dinero hace que comprenda, sin que se hable del tema, ¡que a veces merece la pena!.
5. ¡Tu madre me tiene harta!
Lo que hay que evitar: Pedirle a tu marido que escoja entre su madre o tú... Un hombre no debe elegir entre su madre y su mujer. Además, pedirle que elija, significaría que para ti, ambas ocupan el mismo lugar: ¡y tu marido tendría que asimilar justamente lo contrario!
El plan: Tienes que volver a definir el lugar que ocupa cada una en la familia, diciendo a tu marido que no deseas tomar el lugar que ocupa su madre, pero que desearías que ella no ocupara tu lugar tampoco.Esfuérzate en expresar lo que sientes (“me siento...”) antes que limitarte a los reproches (“tu madre es demasiado...”). Y por último: Propón soluciones.Por ejemplo, puedes proponer a tu marido que venga su madre cada dos fines de semana. Fuente Enfemenino
