Cómo ayudar a nuestros hijos a lograr sus proyectos

Sepan cómo ayudarles, para qué sirve, en qué les va a ayudar y cuál es la diferencia entre un proyecto de vida y metas

Un proyecto de vida es el propósito, motivación y la inspiración que va a tener una persona para alcanzar con perseverancia una meta.

Hay tres etapas de la adultez en la vida del ser humano: la edad adulta temprana, la edad adulta media (también conocida como generación al mando) y la edad adulta tardía.

Las edades para realizar los proyectos de vida definitivamente son en la edad temprana, que es de los 20 a los 40 años, donde se deben profesionalizar, formar su núcleo familiar, salir de la casa de los padres, entre otras, para ser autónomo e independiente.

En cambio, una meta es más que todo individual, son las realizaciones personales concluidas en cierto tiempo propuesto.

Un proyecto de vida es el plan a seguir a largo plazo, y para que una persona se oriente necesita más que todo tener claridad en las metas que quiere alcanzar, ponerse plazos para saber cuándo, cómo y dónde se desean concretar.

Y en la edad temprana, los padres juegan un rol importante, que es guiar a sus hijos.
Lo ideal es que en conjunto, padres e hijos, identifiquen primero los siguientes puntos para trazar el proyecto de vida: detectar sus actividades favoritas, revisar y tener claridad sus valores, detectar, conocer y reconocer ineptitudes, aptitudes, talentos del hijo, ayudarles a escribir una misión personal de vida que describa para qué está haciendo todo esto, elegir un campo específico de actividad productiva, definir una estrategia general y enfrentar sus miedos.

Rol paterno
Según el psicólogo Rafael Mejía, los padres marcan un guión de vida en la personalidad de los hijos, ya sea para bien o para mal, programarlos como ganadores o perdedores.
Los padres deben dar un acompañamiento sincero haciéndoles ver que los van a apoyar en las decisiones que ellos quieran tomar, siempre y cuando sean para algo productivo”.

Conclusión: los padres deben guiarlos, pero respetando sus decisiones y hacerles ver que estarán ahí para acompañarlos.