¿Por qué se marchitan las plantas?

No culpes a las mascotas o a la mala vibra, lo más probable es que se trate de falta de conocimiento sobre ellas

  • 25 may 2018

¿Te gustaría llenar de plantas tu hogar, pero no sabes porqué cada vez que lo intentas se marchitan o se mueren? Descuida, es más común de lo que piensas.

La culpa no es sólo de tus mascotas, las malas vibras o la falta de amor... Lo más probable es que se trate del poco conocimiento que tienes sobre ellas.

La vida de una planta dentro de casa nunca es fácil. La clave para entenderlas es tener clara su biología, es decir, sus necesidades de agua, tipo de suelo, cantidad de luz, nutrientes.

'Todas las plantas son de exteriores y con el fin de acercar los jardines al interior se han usado las plantas que requieren menos luminosidad y un ambiente más controlado, básicamente las tropicales y subtropicales', comenta Fernando Mohamed, agrónomo y especialista en fumigaciones y viveros.

Es importante reconocer que cada especie tiene sus propios requerimientos que además, dependen de la estación del año y su localización dentro y fuera de casa. Para que tus plantas se sientan seguras y a gusto contigo y tu entorno, asegúrate de cumplir sus exigencias y disponer del ambiente adecuado para ellas.

Las plantas necesitan luz para fabricar su propio alimento.
Suficiente luminosidad

La falta de luz es una de las razones más habituales por las que las plantas en interior no lucen su mejor aspecto.

Aunque algunas plantas tienen poco requerimiento de luz, como la aspidistra, el filodendro, el bambú de la suerte, las bromelias, los helechos (el dallas) la cuna de Moisés y las orquídeas, en general, las plantas de interior deben colocarse cerca de una ventana o balcón con luminosidad y ventilación suficiente para realizar su proceso más vital: la fotosíntesis.

Mediante este fenómeno las plantas son capaces de fabricarse su propio alimento y si se ven escasas de él, quedan también pobres de energía y, por lo tanto, de floración.

En situaciones prolongadas de falta de luz, la vida de la planta puede correr serio peligro como quedar expuesta a plagas o enfermedades que acabaran por agotar sus reservas.
'Los síntomas más comunes de la falta de luz son poco crecimiento, mayor distancia en entrenudos (parte del tallo comprendida entre dos nudos de donde sale otra rama), alargamiento, caída de follaje y falta de floración', dice el agrónomo. Sin embargo, como en el riego, demasiada luz también puede hacerles daño, por lo que es importante que la luz solar no incida directamente sobre las plantas con riesgo de quemar sus hojas.

Temperatura adecuada
Quizás no puedan decirte que sienten frío o calor o temblar como una mascota, pero sí que lo sienten.
Los cambios bruscos de temperatura o las corrientes de aire pueden convertirse en serios problemas para las plantas de interior.

La temperatura más adecuada para la mayoría es entre 15 y 25 grados centígrados, aceptando variabilidades en el día y la noche o entre el invierno y el verano. Con temperaturas demasiado altas debes aumentar el riego y facilitar la humedad de las hojas. Con temperaturas demasiado bajas quizá convenga que dejes la calefacción encendida.

Además, no deben estar cerca de fuentes de calor en temporada invernal, recomienda el agrónomo.


Asegúrate que las macetas tengan buen drenaje.
Tipo de riego
Cuando se trata del riego, el principal error suelen ser los excesos. Regar tus plantas de más puede ser igual de peligroso que olvidarte de hacerlo.

Esto es porque la falta de oxígeno en las raíces o los hongos provoca los mismos síntomas que la escasez de agua: marchitamiento de la planta y caídas de sus hojas.

'Debes asegurarte de que las macetas tengan buen drenaje y nunca abusar. Las plantas se recuperan mejor de una deshidratación temporal que de un exceso', dice Mohamed.

Cada especie tiene diferentes necesidades. Algunos ejemplos de poco riego son los cactus, la drácena (maiz francés), la aspidistra (hoja de salón) y la palma kentia.

Es importante rotar la fuente de riego de las plantas de interior entre el agua de la llave, la purificada o de lluvia, dice el agrónomo, pues la cantidad de sales que se acumulan en la parte superior de la tierra en la maceta forman una costra alcalina que debe retirarse cada tres meses, además de colocar tierra de maceta para sustituirla.

Un ejemplo característico de lo que provoca el suelo alcalino lo muestra el maiz francés al empezar con puntas amarillentas en sus hojas.

El tipo de riego también cambia dependiendo las condiciones físicas. Por ejemplo, en los meses más cálidos las plantas necesitan más hidratación porque transpiran más líquidos las hojas, de igual forma, si tu planta está orientada al pleno sol, necesitará más agua que si se encuentra a la sombra o en lugar fresco.

Recuerda siempre regar tus plantas al finalizar el trasplante para acomodarlas a su nuevo hogar.

La maceta ideal
Dejar tus plantas para siempre en el mismo contenedor en el que las compraste suele ser un error de novatos que puede dañarlas seriamente.

Debes dejarlas en el mismo contenedor al menos un par de semanas para que se adapten al lugar en que deseas plantarla, explica Mohamed.

Después, lo más recomendable es pasarlas a un recipiente más grande y con sustrato adecuado que les permita nutrirse e hidratarse adecuadamente.

'El nuevo recipiente debe de ser suficientemente grande para evitar hacer cambios frecuentes de tamaño y que tenga buen drenaje, colocándole un plato receptor de excedentes y, si es necesario, una base con llantas para poder moverla por el peso'.

Recuerda siempre regar tus plantas al finalizar el trasplante para acomodarlas a su nuevo hogar.

Además, toma en cuenta el material del que están hechas las macetas, pues influye decisivamente en el agua disponible para las raíces.

Las macetas de cerámica o terracota son muy porosas por lo que facilitan la transpiración de las raíces, haciéndolas perfectas para plantas no húmedas como los cactus, las suculentas o los rosales.

En cambio, las macetas de plástico, al ser poco porosas, son ideales para plantas que toleran o necesitan la humedad y no ocupan riego tan frecuente como la menta, el perejil o los helechos.

Buena nutrición
Como todo ser vivo, todas las plantas necesitan absorber nutrientes para su funcionamiento adecuado y una buena forma para hacerlo es a través de los fertilizantes.

Afortunadamente hoy en día existen muchos fertilizantes especializados de acuerdo con las necesidades de las plantas, dice el agrónomo.

Por ejemplo, existen los ácidos para plantas como la bugambilia, la azalea, el rodendros, la gardenia y el tulipán mexicano, que son plantas que les gusta lo ácido.

'La alimentación adecuada permite que el metabolismo de las plantas como industria verde se mantenga trabajando para facilitar todas sus actividades en las fases de crecimiento, floración y fructificación en su caso'.

Es importante seguir las instrucciones de las etiquetas de los productos para la cantidad y frecuencia de aplicación, ya que los excesos también pueden llegar a ser fitotóxicos.

'Nunca use urea o sulfato de amonio en plantas en interiores', recomienda Mohamed, 'ya que éstos generan gases amoniacales'.