Fibromialgia, el dolor crónico que nos acecha

Aunque los hombres pueden desarrollarla aqueja en general más a la mujer

  • 13 nov 2017

Estrés, dolor crónico, mala calidad de sueño, cansancio y finalmente depresión conforman el circulo vicioso de la fibromialgia, una enfermedad que aqueja mayormente al sexo femenino.

La reumatóloga Cassandra Skinner explica que este mal es más frecuente en mujeres posmenopáusicas entre los 45 y 55 años, un periodo de grandes cambios hormonales, aunque hombres y hasta niños también pueden padecerla.

'La relación mujer-hombre es de ocho a uno. Su prevalencia en la población adulta mundial es de casi 2 por ciento y es la segunda enfermedad reumática más frecuente, sólo superada por la osteoartrosis', dice la experta.

Sus causas exactas se desconocen, pero es probable que participen una serie de factores genéticos y hormonales que en algún momento se entrelazan y precipitan los síntomas.

Generalmente la paciente posee un perfil ejecutivo: está constantemente estresada, es competitiva, perfeccionista, ordenada y obsesiva, añade Skinner.

'También la fibromialgia puede ser primaria o secundaría, es decir, asociada a otras enfermedades reumatológicas, como la artritis reumatoide, lupus o esclerodermia'.

Dolor y fatiga. El dolor crónico inicia en la columna lumbar y cuello y se generaliza a la mayor parte del sistema musculoesquelético, además de agravarse con la tensión emocional, el clima frío o húmedo, el ejercicio o un mal sueño.

Una característica es la presencia de 18 puntos dolorosos, distribuidos en varios sitios del cuerpo, que al presionarlos provocan dolor, destaca la reumatóloga Skinner.

'Aunque haya dormido 8 horas se levanta en la mañana como si la hubiera atropellado un tractor, se siente cansada y le duele todo y es porque también altera las fases del sueño'. Esto genera más estrés, dolor crónico y por ende mayores dificultades para dormir, lo que forma un circulo vicioso, añade.

La depresión también puede aparecer, pero no está claro si la fibromialgia. Como hay evidencias en ambos sentidos se considera una relación viciosa.

También surgen manifestaciones gástricas, migraña, disminución de la concentración, la memoria y el libido, problemas urinarios, hipersensibilidad cutánea, mareos, retención de líquidos, síndrome de piernas inquietas, entre otros.

Cómo tratarla. Para romper el circulo vicioso, el tratamiento debe combinar actividad aeróbica, fármacos y técnicas de relajación, expone Skinner.

Lo más importante es que la paciente se relaje y desestrese con meditación, taichi, yoga o acupuntura, y si tiene depresión, se recomienda que empiece una terapia cognitiva conductual.

'Si la fibromialgia es secundaria, hay que controlar la enfermedad primaria para que se le quite, pero si la enfermedad viene sola, ahí le toca al paciente mejorar los factores que desencadenaron su enfermedad', remarca.

El ejercicio físico debe iniciarse de forma lenta de acuerdo con las condiciones físicas de la persona: puede ser caminata, bicicleta estacionaria o natación.


No les creen. Una prueba que ayuda a diagnosticarla es realizar una exploración física de los 18 puntos dolorosos. La presencia de dolor en 11 de ellos hace que la posibilidad de fibromialgia sea alta.
'Son nueve pares de puntos y se los oprimimos al paciente, pero no tienen que sentir dolor en todos para recibir el diagnóstico, contamos con criterios', expresa Skinner.

Si además de dar positivo en esta prueba experimenta dolor crónico por lo menos durante seis semanas, fatiga y trastornos del sueño, se considera que padece fibromialgia.

A diferencia de otras enfermedades reumatológicas no existe un examen de sangre que la determine y esto provoca que familiares de las pacientes, incluso médicos, minimicen el problema.

'A pesar de las limitaciones que la incapacitan, la paciente sigue por lo regular con su ritmo de actividades cotidianas, esto a la larga provoca que familiares y compañeros de trabajo duden que tengan una enfermedad', añade la reumatóloga.

'Tienen un dolor generalizado, pero no una deformidad, así que incluso hay doctores que le dicen que es sólo estrés y nervios'.

Invitan a entenderla. La paciente con fibromialgia experimenta un doble calvario: además de padecer los debilitantes síntomas de la enfermedad tiene que soportar la incomprensión de sus familiares, jefes y compañeros de trabajo.

'Como no se nota, no creen que estás enferma y eso te estresa más', dice Rebeca Garza, presidenta de la Asociación Mexicana de Fibromialgia y Fatiga Crónica A.C. y paciente en remisión con la enfermedad.
Explicarles qué es, por qué aparece y cómo manejarla, tanto a pacientes como a sus familiares, es la misión de esta asociación, iniciativa de Mario Garza Elizondo, antiguo jefe de Reumatología del Hospital Universitario.

La fibromialgia puede ser causal de divorcio, pero también puede llevar a la pérdida de un trabajo. Por esto la asociación quiere llegar a los empleadores para explicarles las problemáticas que viven las pacientes.
'Es muy pesada, yo la tuve o la tengo, pero ya entendí que es estrés que yo tengo que canalizar a través de yoga, meditación, acupuntura, o cualquier tipo de medicina alternativa', explica Garza.