La fanny pack, cangurera o riñonera nació en la Edad Media, cuando la gente que viajaba de villa en villa utilizaba pequeños sacos de cuero amarrados al talle, en los que portaba desde dinero y objetos personales hasta herramientas y armas.
Otro de sus precursores fue el chatelaine, pieza que llevaban a la cintura las mujeres francesas en el Siglo XIX, y en la cual colgaban dijes en forma de animales, elementos de costura, llaves y hasta perfumes.
A mediados del Siglo XX se comenzaron a fabricar las versiones actuales, populares entre turistas de todo el mundo debido a que les permitían cargar con sus posesiones y así evitar robos o extravíos. Sin embargo, siempre estuvieron asociadas con el estilo casual, alejadas de las pasarelas y el glamur.
Es en los años 80 y 90, cuando este tipo de bolso adquiere protagonismo, con diseños en cuero y toques de neón, estoperoles o motivos dark, impulsados tanto por la moda callejera como por creativas como Vivienne Westwood, la llamada “madre del punk”.
“En la moda todo vuelve, así que no se me hace extraño que las humildes cangureras estén de regreso. Son prácticas, funcionales y ahora hay alternativas muy lindas, incluso para la noche”, afirma el experto mexicano Antonio González. Y fue Karl Lagerfeld, una de las grandes estrellas del fashion, quien desde hace ya varias temporadas lanzó modelos para Chanel. Algunos hacen guiños a los célebres bolsos creados por Coco, con acolchados fondos rojos o cadenas.
Alessandro Michele, de Gucci, también ha apostado por esta tendencia, presentando formas ovaladas o cuadradas con piedras, cristales, aplicaciones metálicas y animales como tigres o pumas, convirtiéndose en favoritos de figuras como Kendall Jenner y Gigi Hadid.
Para esta temporada hay muchas propuestas de Chloé, Kenzo, No. 21, Stella McCartney, Jil Sander, Moschino, Louis Vuitton, Alexander Wang y Emporio Armani, entre otras muchas firmas que han reinterpretado esta manera tan práctica de llevar lo indispensable y a la vez lucir un accesorio-joya.
Otro de sus precursores fue el chatelaine, pieza que llevaban a la cintura las mujeres francesas en el Siglo XIX, y en la cual colgaban dijes en forma de animales, elementos de costura, llaves y hasta perfumes.
A mediados del Siglo XX se comenzaron a fabricar las versiones actuales, populares entre turistas de todo el mundo debido a que les permitían cargar con sus posesiones y así evitar robos o extravíos. Sin embargo, siempre estuvieron asociadas con el estilo casual, alejadas de las pasarelas y el glamur.
Es en los años 80 y 90, cuando este tipo de bolso adquiere protagonismo, con diseños en cuero y toques de neón, estoperoles o motivos dark, impulsados tanto por la moda callejera como por creativas como Vivienne Westwood, la llamada “madre del punk”.
| Estas piezas agregan un toque de diversión juvenil a cualquier atuendo. Pueden costar miles de dólares debido a los materiales de lujo con los que están trabajadas.
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Alessandro Michele, de Gucci, también ha apostado por esta tendencia, presentando formas ovaladas o cuadradas con piedras, cristales, aplicaciones metálicas y animales como tigres o pumas, convirtiéndose en favoritos de figuras como Kendall Jenner y Gigi Hadid.
Para esta temporada hay muchas propuestas de Chloé, Kenzo, No. 21, Stella McCartney, Jil Sander, Moschino, Louis Vuitton, Alexander Wang y Emporio Armani, entre otras muchas firmas que han reinterpretado esta manera tan práctica de llevar lo indispensable y a la vez lucir un accesorio-joya.
