Pizarras con acentos decorativos

En las habitaciones infantiles, la cocina o en las habitaciones de la casa se integran sin mayor esfuerzo a la decoración

  • 26 may 2017

En tiempos en los que reina la tecnología y los diseños multifuncionales, algunas piezas de estilo vintage se transforman en los complementos preferidos para decorar, entre ellas, las pizarras.

No nos referimos a las magnéticas y frías, sino a las tradicionales, negras y algo porosas, que estaban reservadas a las aulas de clase.

Están marcando pauta como uno de los acentos más originales y funcionales que se pueden instalar en un espacio. Aquí algunas claves para sacarles provecho: Lo primero que debes contemplar es el tamaño de las pizarras.

En las estancias más estrechas, sitúalas hacia el fondo; mientras que en los cuartos estándar vale la pena reclinarlas en escritorios, cómodas o estanterías. También puedes optar por las versiones mini y colgarlas detrás de puertas o a media altura de la mesa de la computadora.

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Paredes creativas

El tamaño importa y el uso que le des, decorativo o agenda, es opcional.
Al ser una especie de lienzo en blanco, las pizarras son ideales para dejar mensajes románticos, escribir frases inspiradoras y para que los más pequeños ejerciten sus dotes artísticos con dibujos a todo color. Cuando ya no quede una esquina libre, simplemente se borra todo y ¡se vuelve a empezar!

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Tizas y marcos

Las pizarras son perfectas para las habitaciones de los hijos.
Como accesorios, las pizarras son bastante llamativas y resaltan más según las tizas que se utilicen, desde la minimalista blanca hasta las más pasteles. Una forma sencilla de personalizarla es con los marcos, que pueden ser de corcho, madera o un collage.