San Pedro Sula, Honduras.
Con la esperanza de encontrar un empleo llegó muy temprano Indira Aguilar, una joven madre que tiene más de un año sin trabajo, al Museo de Antropología e Historia.
Desde que fue despedida de una empresa de viajes se dedica a la venta de comida, pero Aguilar busca un empleo estable que le permita tener mejores ingresos para mantener a su hija.
“Es difícil. En la comida a veces se tiene ganancias y otras solo se logra para la venta del día siguiente”, contó.
Al igual que Aguilar, más de 1,400 personas llegaron ayer a la feria de trabajo con su currículum en mano y la necesidad de un empleo.
La Secretaría de Trabajo con apoyo de 19 empresas promocionaron 1,170 plazas de diferentes rubros, en los que sobresalieron vendedores, baristas, agentes de servicio al cliente, personal administrativo, conductores de transporte de carga, operarios, electricistas, guardias de seguridad, entre otros.
Los solicitantes formaron filas antes de las 8:00 am.
La necesidad de más fuentes de trabajo fue evidenciada por cientos de solicitantes que llegaron de Choloma, Villanueva, Pimienta, La Lima, El Progreso y de diferentes partes de San Pedro Sula.
Claudia Ávila, coordinadora del Servicio Nacional de Empleo, informó que las plazas son de contratación inmediata, sin embargo, el proceso de entrevista, selección y pruebas puede tardar hasta un mes. “De aquí queda en manos de la empresa la persona que es entrevistada. Los escogidos ya pasarán a pruebas en las empresas”.
Añadió que más del 50% de las plazas corresponden a empresas de Choloma.
Entre las participantes se encontraban Pacasa, Gildan, Café Maya, Cable Color, Bimbo, Espresso Americano, Útiles de Honduras, Tranycop y la Asociación Hondureña de Maquiladores.
“Tengo tres meses buscando empleo. Soy egresado de la carrera de Derecho de la Unah-vs. Mi aspiración es estar en una empresa en el área jurídica o legal”, manifestó Jarvin Caballero, residente de La Lima.
Caballero tiene como limitante la falta de experiencia, debido a que cuando estudiaba solo tuvo trabajos temporales.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) establece que la PEA (población económicamente activa) es de 4,093,474 de personas, de las que el 60.7% son hombres y el 39.3% mujeres. Del total de la PEA, el INE estima que 3,819,978 están ocupados y 273,496 desocupados, y de ellos, 206,054 son jóvenes de entre 15 y 35 años de edad. La tasa de desempleo abierto oficial es de 6.7%.
El museo estuvo abarrotado de desempleados que se sometieron a entrevistas con las empresas.
Júnior Cáceres tiene nueve años de experiencia como cocinero. Hace un mes perdió el empleo cuando el restaurante en donde trabajaba cerró.
Cáceres, quien se había trasladado a Roatán por su trabajo, compartió que desea laborar de cocinero nuevamente, pero ante la necesidad no rechazará otras oportunidades. Aunque le falta un año para graduarse de bachiller estudió cocina y electricidad en el Infop.
Pese a que la mayoría de aspirantes son jóvenes, a la feria llegaron muchos adultos de más de 40 años.
Tal es el caso de Mayra Navarro, quien tiene 50 años y busca empleo desde hace ocho meses. Su último trabajo fue de vendedora. “Por la edad lo rechazan a uno y yo tengo mis manos y pies buenos. Yo todavía puedo trabajar muy bien”, expresó Navarro, madre soltera de tres hijos.
Con la esperanza de encontrar un empleo llegó muy temprano Indira Aguilar, una joven madre que tiene más de un año sin trabajo, al Museo de Antropología e Historia.
Desde que fue despedida de una empresa de viajes se dedica a la venta de comida, pero Aguilar busca un empleo estable que le permita tener mejores ingresos para mantener a su hija.
“Es difícil. En la comida a veces se tiene ganancias y otras solo se logra para la venta del día siguiente”, contó.
Al igual que Aguilar, más de 1,400 personas llegaron ayer a la feria de trabajo con su currículum en mano y la necesidad de un empleo.
La Secretaría de Trabajo con apoyo de 19 empresas promocionaron 1,170 plazas de diferentes rubros, en los que sobresalieron vendedores, baristas, agentes de servicio al cliente, personal administrativo, conductores de transporte de carga, operarios, electricistas, guardias de seguridad, entre otros.
La necesidad de más fuentes de trabajo fue evidenciada por cientos de solicitantes que llegaron de Choloma, Villanueva, Pimienta, La Lima, El Progreso y de diferentes partes de San Pedro Sula.
Claudia Ávila, coordinadora del Servicio Nacional de Empleo, informó que las plazas son de contratación inmediata, sin embargo, el proceso de entrevista, selección y pruebas puede tardar hasta un mes. “De aquí queda en manos de la empresa la persona que es entrevistada. Los escogidos ya pasarán a pruebas en las empresas”.
Añadió que más del 50% de las plazas corresponden a empresas de Choloma.
Entre las participantes se encontraban Pacasa, Gildan, Café Maya, Cable Color, Bimbo, Espresso Americano, Útiles de Honduras, Tranycop y la Asociación Hondureña de Maquiladores.
“Tengo tres meses buscando empleo. Soy egresado de la carrera de Derecho de la Unah-vs. Mi aspiración es estar en una empresa en el área jurídica o legal”, manifestó Jarvin Caballero, residente de La Lima.
Caballero tiene como limitante la falta de experiencia, debido a que cuando estudiaba solo tuvo trabajos temporales.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) establece que la PEA (población económicamente activa) es de 4,093,474 de personas, de las que el 60.7% son hombres y el 39.3% mujeres. Del total de la PEA, el INE estima que 3,819,978 están ocupados y 273,496 desocupados, y de ellos, 206,054 son jóvenes de entre 15 y 35 años de edad. La tasa de desempleo abierto oficial es de 6.7%.
Júnior Cáceres tiene nueve años de experiencia como cocinero. Hace un mes perdió el empleo cuando el restaurante en donde trabajaba cerró.
Cáceres, quien se había trasladado a Roatán por su trabajo, compartió que desea laborar de cocinero nuevamente, pero ante la necesidad no rechazará otras oportunidades. Aunque le falta un año para graduarse de bachiller estudió cocina y electricidad en el Infop.
Pese a que la mayoría de aspirantes son jóvenes, a la feria llegaron muchos adultos de más de 40 años.
Tal es el caso de Mayra Navarro, quien tiene 50 años y busca empleo desde hace ocho meses. Su último trabajo fue de vendedora. “Por la edad lo rechazan a uno y yo tengo mis manos y pies buenos. Yo todavía puedo trabajar muy bien”, expresó Navarro, madre soltera de tres hijos.
